Las sales de baño nos ayudan a relajar el cuerpo, y en función de las plantas que utilicemos nos proporcionarán diferentes beneficios para nuestra piel. Solo tenemos que mezclar las plantas aromáticas que utilicemos en la cocina, tés o infusiones, y triturarlas a partes iguales con la sal que tengamos en la cocina.
Si queremos que sean más aromáticas o estén más concetradas, solo tenemos que añadir más cantidad de plantas. Si queremos que sena más suaves, menos. A nuestra elección.
Trituramos todo junto hasta obtener una mezcla fina y más o menos uniforme.
Guardamos la mezcla en un botecito en lugar fresco y al resguardo de la luz, y así podremos utilizarlo siempre que lo necesitemos. Añadiremos de dos a tres puñados al agua de la bañera, y un puñadito si vamos a hacer baño de pies o manos. Estas sales duran aproximadamente un año.
Con amor,
Victoria Moradell